miércoles, 23 de julio de 2008

Un día, mientras caminaba por la calle, un dirigente de un importante partido político es trágicamente atropellado por un camión y muere.
Su alma llega al paraíso (se cree que por un error) y se encuentra en la entrada a San Pedro en persona.


-Bienvenido al paraíso. -le dice San Pedro -Antes de que te acomodes, parece que hay un problema. Verás, muy raramente un alto político ha llegado aquí y no estamos seguros de que hacer contigo.


Lo que haremos será hacerte pasar un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego podrás elegir donde pasar la eternidad.
Y con esto San Pedro acompaña al político al ascensor y baja, baja y baja hasta el infierno.


Las puertas se abren y se encuentra justo en medio de un verde campo de golf.
A lo lejos se ve un club y de pie delante de él están todos sus amigos políticos que habían trabajado con el, todos vestidos con traje de noche y muy contentos.


Corren a saludarlo, lo abrazan y recuerdan los buenos tiempos en los que se enriquecían a costa del pueblo.
Juegan un agradable partido de golf y luego por la noche cenan juntos en el club con langosta y caviar.
Comparten la noche con hermosísimas y liberales jovencitas.


Se encuentra también al Diablo, que de hecho es un tipo muy simpático y se divierte mucho contando chistes y bailando.
Se está divirtiendo tanto que, antes de que se de cuenta, es ya hora de irse.
Todos le dan un apretón de manos y lo saludan mientras sube al ascensor.


El ascensor sube, sube, sube y se reabre la puerta del Paraíso donde San Pedro lo esta esperando.
Ahora es el momento de pasar al paraíso,- le dice.
Así que el político (inescrupuloso, ciertamente), pasa las 24 horas sucesivas pasando de nube en nube, tocando el arpa y cantando.


Antes de que se de cuenta, las 24 horas ya han pasado y San Pedro va a buscarlo.
-Ya has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. Ahora debes elegir tu eternidad. - Le indica San Pedro.
El Hombre reflexiona un momento y luego responde:


Bueno,el paraíso ha sido precioso, pero creo que he estado mejor en el infierno.
Así que San Pedro lo acompaña hasta el ascensor y otra vez baja, baja, baja y baja hasta el infierno.


Cuando las puertas del ascensor se abren se encuentra en medio de una tierra desierta cubierta de mierda y desperdicios.
Ve a todos sus amigos vestidos con trapos, recogiendo los desperdicios y metiéndolos en bolsas negras.


El Diablo lo alcanza y le pone un brazo en el cuello.
-No entiendo, -balbucea el político-. Ayer estuve aquí y había lindas mujeres, un campo de golf y un club, y comimos langosta y caviar, y bailamos y nos divertimos mucho.... y...y...ahora todo lo que hay es un terreno desértico lleno de porquerías..., y mis amigos parecen unos miserables.- agrega.


El Diablo lo mira, sonríe y dice:

AYER ESTÁBAMOS EN CAMPAÑA

HOY, ...YA VOTASTE POR NOSOTROS

1 comentario:

Lazarillo Mochilero dijo...

Más que chiste es una cruda verdad :/