
El domingo decidí dar una vuelta por el centro de compras "Unicenter".
Dispuesta a buscar un lindo jean, con las botamangas angostitas, como "se usa", encontré el primer obstáculo cuando al entrar en el local "Cuesta Blanca" tomo un talle 38 (soy 36/26) y el tamaño era de las dimensiones de una sola de mis piernas. Luego de intentar entrar en dicha prenda, pensando que tenía expandex, salgo sudada del sector de prueba, por el esfuerzo, y una empleada más bajita y bastante más regordeta que yo se jacta diciendo: "¿no te entra?", acto seguido me mira de arriba a abajo despreciativamente.
Indignada y resistiéndome a no encontrar algo que me quede, vuelvo al sector de los jeans. Allí, una vendedora que estaba parada "custodiando esos trapos", se acerca amablemente y me ofrece buscar mi talle.¿Lo más insólito? Me dijo que el 26/36 de antes en esa casa era ahora 44, por la nueva ley que obliga a tener talles grandes ¿?. Acepté, sin darle tanta relevancia, que aumenté 8 números más, aunque mi cuerpo es el mismo desde años, pero como no me calzaba bien y me quedaba grande, salí del probador, se lo alcancé a la empleda despectiva y le dije: "me voy, me cansé de estar adivinando cual es mi número".
¿QUÉ HUBIERA PASADO SI YO FUERA UNA ADOLESCENTE QUE PESARA MÁS DE 50 KILOS?
Pero como no soy adolescente y no me afectan las tiranas normas de belleza impuestas, me fui a "Munchis" y me pedí una capelina con dos gustos de helado, frutas, confites, etc.
Dispuesta a buscar un lindo jean, con las botamangas angostitas, como "se usa", encontré el primer obstáculo cuando al entrar en el local "Cuesta Blanca" tomo un talle 38 (soy 36/26) y el tamaño era de las dimensiones de una sola de mis piernas. Luego de intentar entrar en dicha prenda, pensando que tenía expandex, salgo sudada del sector de prueba, por el esfuerzo, y una empleada más bajita y bastante más regordeta que yo se jacta diciendo: "¿no te entra?", acto seguido me mira de arriba a abajo despreciativamente.
Indignada y resistiéndome a no encontrar algo que me quede, vuelvo al sector de los jeans. Allí, una vendedora que estaba parada "custodiando esos trapos", se acerca amablemente y me ofrece buscar mi talle.¿Lo más insólito? Me dijo que el 26/36 de antes en esa casa era ahora 44, por la nueva ley que obliga a tener talles grandes ¿?. Acepté, sin darle tanta relevancia, que aumenté 8 números más, aunque mi cuerpo es el mismo desde años, pero como no me calzaba bien y me quedaba grande, salí del probador, se lo alcancé a la empleda despectiva y le dije: "me voy, me cansé de estar adivinando cual es mi número".
¿QUÉ HUBIERA PASADO SI YO FUERA UNA ADOLESCENTE QUE PESARA MÁS DE 50 KILOS?
Pero como no soy adolescente y no me afectan las tiranas normas de belleza impuestas, me fui a "Munchis" y me pedí una capelina con dos gustos de helado, frutas, confites, etc.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario